Qué mejor momento que elegir el día de Navidad para recordar en familia aquel 11 de julio, mágico e inolvidable. El Informe Robinson sobre el Mundial de Sudáfrica, fue sublime. Uno de los mejores programas de televisión en su género que recuerdo en los últimos años. Un programa donde los protagonistas son protagonistas, ellos, sus historias, las imágenes de la gloria o del fracaso, la facilidad de ofrecernos esos sentimientos de los deportistas, y esa cada vez más complicada labor que es contar historias y que José Larraza sabe hacer como nadie.
El programa realiza una cuidada selección de imágenes, capaces de apelar a los sentimientos del telespectador, y cuidada música que también los evoca, y por último un clima casi de confesión con los protagonistas con un fondo negro que resalta el verdadero valor de la historia que se narra.
Después de sorprenderme, emocionarme, y descubrir a personajes de la talla de Guti, Isidre Esteve, Valdés, Bezhabe, o Mourinho, los profesionales de Informe Robinson han vuelto a superarse. Era fácil transmitir esa emoción si tenemos en cuenta que aquel verano de este 2010 que llega a su fin, todos lloramos, sufrimos y nos emocionamos. Por unos días, lucíamos sin complejos la bandera de un país que vive acomplejado, por unos días olvidábamos los problemas políticos y económicos que nos acechan, y por unos días, el deporte, y el fútbol volvió a unir un país que parecía resquebrajado, como ya un día, paradojas del destino, lo consiguió el Rugby en aquel rincón donde fuimos campeones, Sudáfrica.
El equipo de Informe Robinson, desgranó paso a paso, sentimiento a sentimiento,partido y partido las claves de esa conquista mundial que nos hizo felices, y que nos corresponde por méritos propios durante los próximos 4 años. Pequeños detalles desconocidos, que permiten engrasar una máquina de 23 futbolistas para que funcione a la perfección. Quizás la primera clave es que son un grupo de amigos que llevaban el fútbol en la sangre, y que son capaces de convivir 50 días sin un sólo problema, como bien reconoció el propio Pepe Reina.
El programa, nos permitió conocer lo importante que fue el fisio de la selección para Andrés Iniesta, que llegaba casi anímicamente hundido, con la duda de sus lesiones musculares al Mundial y que acabó siendo el artífice de ese gol de la final, ese balón que empujamos 40 millones de españoles, momento en el que el propio Iniesta reconoce que sintió y percibió el silencio.
Informe Robinson nos permite conocer las dudas que surgieron en el grupo tras la primera derrota, la importancia de las palabras de Don Vicente del Bosque, o la labor de los veteranos que confiaban ciegamente en su fútbol en la ejecución más cercana a la perfección.
En definitiva,este Informe Robinson nos acerca a las personas que hay detrás de cada uno de los futbolistas, con sus miedos, sus dudas, sus inseguridades, su amistad, y sobre todo de ese grupo unido capaz de sobreponerse a las derrotas, donde cada uno de los 23 asumía un papel importantísimo para engranar una máquina que no podía haber sido comandada mejor que por el gran Del Bosque.